Me acabo de levantar, ya se que son las a ver... las ocho de la tarde pero trasnochar conlleva esto, que te levantes a las mil y pierdas el domingo durmiendo la mona claro y sobre todo descansas si hay silencio, pero ese no ha sido mi caso, mi vecino roncador hizo su aparición en escena, pretendía ser el príncipe de mis sueños y como buena damisela aguanté unos diez minutos, tiempo suficiente para darme cuenta de que su verborrea no me hechizaba.
El alcohol mezclado con el sabor de enjuague bucal me hizo abrir un ojito y coger mi almohada e irme a pasitos hasta mi otro paraíso, el gran sofá, aún lo oía a lo lejos, pero dejé de entenderle y mi cansancio ganó y me pude trasladar a.... mi vecina del piso de arriba, pero, que demonios hace esta tía? mover a un muerto? oigo golpes y arrastrar cosas, mi perro empieza a ladrar, uff.... esto no es posible... cojo mi puñetera almohada y levitando vuelvo a los brazos de mi príncipe de las mareas, le oía susurrar algo intendible, una mezcla de trompetas con rebuzno de burro, ideal si vives en la sierra, así que con concentración más propia de Harry Potter, por fin conseguí que mi mente tradujera a los rebuznos en cantos gregorianos y a mi vecino en un Darek Darius…..
domingo, 8 de junio de 2008
DULCES SUEÑOS - DULCE DESPERTAR
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